Alas de las mariposas

Las mariposas son insectos voladores con una fisionomía que incluye seis patas, antenas y un exoesqueleto que se divide en cabeza, tórax y abdomen. Anexadas a su cuerpo se encuentran además cuatro alas, dos anteriores y dos posteriores, que son las responsables de que este insecto pueda volar de manera tan increíble.

DESARROLLO DE LAS ALAS

Las alas de la mariposa se forman mientras que esta es una crisálida, durante su etapa de larva ni siquiera poseen el esbozo de las alas que luego ostentarán. Cuando la oruga sale de la crisálida transformada completamente en una mariposa adulta, las alas son flexibles y más pequeñas que su cuerpo. Unas pocas horas después, las alas lucen completamente estiradas y endurecidas al máximo. Esto es gracias al trabajo de la mariposa adulta, que en poco tiempo logra bombear gran cantidad de aire mediante el aumento de su presión sanguínea.

ESTRUCTURA DE LAS ALAS

En cada ala se encuentran dos capas de membranas, nutridas por venas tubulares. El diseño de estas venas es característico de cada subespecie y se utiliza como forma de identificar un tipo de mariposa.

La texturas de las alas de una mariposa puede parecer aterciopelada, pero la realidad es que están hechas de diminutas escamas. Así mismo lo indica su nombre científico que las incluye dentro del orden Lepidoptera (lepido=escama, pteron=ala), lo que se traduce en “ala de escama”.

Las pequeñas escamas están dispuestas sobre las alas, superpuestas entre sí, cubriendo una membrana que es respaldada y alimentada por las venas. Están hechas de quitina, un material resistente que también se encuentra en el caparazón de otros insectos y crustáceos, el cual le aporta a las alas una estructura lo suficientemente fuerte y ligera para poder volar. Este es un apéndice que no posee ningún otro insecto y que causa fascinación e inspira a los investigadores.

COLORES DE LAS ALAS

Las pequeñas escamas que recubren la membrana de las alas, son también responsables de hacer a las mariposas insectos bellísimos. Estas escamas están recubiertas por un polvillo del que se obtienen los pigmentos y dibujos que caracterizan a cada subespecie. Algunas de estas subespecies poseen colores que provienen de la interacción de la luz con la superficie de la escama. Este fenómeno óptico provoca que el ojo humano vea una sola longitud de onda y por tanto un solo color; aquí están muchas de las especies de mariposas azules, verdes y algunas negras.

El color de cada mariposa está determinado por diferentes razones. Algunas poseen el color de las plantas de sus hábitats naturales, lo que les permite fusionarse con este y protegerse. Las mariposas de colores brillantes utilizan su coloración como aviso a los depredadores de que son venenosas o poseen un sabor desagradable. Otras utilizan como camuflaje los colores para parecer más grande de lo que realmente son. Y las especies de colores oscuros tienen este color debido a que les permite absorber mejor el calor del sol, ya que necesitan altas temperaturas corporales para poder volar.

MOVIMIENTOS Y FORMAS DE VUELOS

Para que las mariposas puedan volar, los fuertes músculos en el tórax deben mover las alas en un patrón en forma de ocho. El tipo de vuelo depende de la forma de las alas, por lo que las mariposas con gran superficie en sus alas, tienen la posibilidad de hacer vuelos planeados largos y pueden recorrer grandes distancias sin aletear. Otras especies que poseen alas mucho más pequeñas están obligadas a aletear más rápidamente. Aún con alas pequeñas, las mariposas son capaces de huir rápidamente, mantenerse quietas en el aire, e incluso ir en marcha atrás.

OTROS USOS DE LAS ALAS

Además de usar las alas para volar, estas también le sirven como estructura anti polvo e impermeable a las mariposas. La fragilidad de las alas indica que unas motas de polvo o pequeñas gotas de rocío podrían dificultar su vuelo, sin embargo las escamas de sus alas poseen ranuras microscópicas en paralelo que hacen resbalar el polvo y el agua.

Algunas especies de mariposas (como Hamadryas y Heliconius) también utilizan sus alas como órganos auditivos. El responsable es un saco con forma de embudo cubierto por una membrana fina, que se encuentra en la parte inferior del ala. Este saco vibra ante sonidos de alta frecuencia y envía un mensaje al cerebro de la mariposa.

También te interesará: